El Comercio del centro de Castelló repele a los jóvenes y pierde a sus clientes tradicionales

Los locales se realquilan, pero los nuevos proyectos apenas duran un año, la falta de un colchón económico los aboca al cierre

La crisis del comercio del centro de Castelló es patente para usuarios, comerciantes y fuentes municipales, pero la realidad es la que es. El Comercio tradicional del centro de la ciudad repele a los jóvenes, que solo acuden a las grandes franquicias, pero no compran en su entorno más inmediatos; y los clientes de toda la vida menguan progresivamente. Los locales comerciales cierran y abren, pero los nuevos proyectos apenas duran un año. Falta experiencia, formación y colchón económico. El comercio se muere y el centro es ‘el vacío del donut’ de Castelló.

El centro comercial de Castelló sufre una progresiva degradación, debida, en gran parte, a la tendencia de los ciudadanos a trasladarse a otras zonas de la ciudad, y al deterioro del atractivo comercial, que poco a poco, también cierra sus puertas.

Por poner un ejemplo: en la calle Enmedio de Castelló, en pleno corazón de la ciudad, hay en este momento 23 locales vacíos. ¡Ojo!, y la cifra es menor que hace tan solo unas pocas semanas.

Es cierto, que el tramo más comercial de la calle Enmedio ha sido siempre el comprendido entre Quatre Cantons y la Porta del Sol, y en esta zona, concretamente, el número de locales vacíos es tan solo de tres.

El resto de los locales vacíos afecta en mayor medida al tramo comprendido entre San Luís y Antonio Maura. Unos pocos metros que concentran ocho locales vacíos, el mismo número de persianas echadas que entre Antonio Maura y Cervantes. Entre Cervantes y Quatre Cantons los cierres se reducen a cuatro. Estas cifras no hacen sino confirmar, que el atractivo comercial se multiplica en las proximidades de la Puerta del Sol.

Rotación comercial extrema

Podría ser solo una forma de medir la situación: “siempre ha sido la más comercial”. Si, pero lo que no se cuenta en estos números, es que en este último tramo de la calle Enmedio hay una elevada rotación de proyectos comerciales. Es decir: Cierran muchos comercios y se abren otros nuevos. De cara a la primavera, se preparan ya nuevas aperturas. El problema es, que, según fuentes oficiales y municipales, los nuevos comercios apenas tendrán una permanencia de un año.

La duración de los negocios es muy breve, falta apoyo económico de los bancos

Según Francisco Nomdedeu, presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Castellón, la duración de los nuevos negocios en el centro de la ciudad es muy breve. “Van abriendo negocios y los van cerrando en poco tiempo, ya que tienen poco colchón económico detrás para emprender el negocio. Si no funciona en los primeros meses cierran”.

Uno de los principales condicionantes de esta situación según el presidente de las API’s es la escasa ayuda económica por parte de las entidades bancarias. “Antiguamente los bancos daban más créditos para la apertura de negocios, ahora es más difícil conseguirlo”. Además, otro factor que propicia la quiebra de este tipo de negocios locales es la competencia con las grandes superficies, “eso al comercio local tradicional le ha hecho mucho daño”, añade Francisco Nomdedeu.

“Los accesos son difíciles y la gente cada vez viene menos al centro”

Desde la Asociación de Comerciantes del Centro de Castelló también han notado el aumento de cierres en los comercios en esa zona de la ciudad. “Se están cerrando bastantes, porque los accesos son difíciles y la gente cada vez viene menos al centro”, señala la presidenta de la asociación.

Negocios comerciales frente a otras alternativas

Fuentes oficiales consultadas por Castellón Información comentan por otra parte, que a la falta de ‘colchón económico’ se suman otras circunstancias: carencia de formación específica, falta de conocimiento del negocio, y por supuesto, que los proyectos se acometen más como un modo de supervivencia que como una verdadera vocación en el sector.

La realidad de la vida del comerciante

Ser comerciantes “es muy duro”. Contra lo que muchos piensan desde fuera, los comerciantes son pequeños autónomos que tienen que invertir su propio capital para montar el negocio, y luego, además deben mantenerlo. Necesitan capital para poder comprar los productos que luego ofertan y que muchas veces no consiguen vender durante la temporada. Eso se traduce en stock. No siempre cubren los costes. Las facturas hay que pagarlas, y se necesita capital circulante para mantener este proceso.

Además, el comercio tradicional de Castellón ha sido sobre todo, un ‘negocio familiar’, que funciona cuando hay pocos trabajadores, uno o a lo máximo cuatro. Dispuestos a ‘echar todas las horas del día’, desde por la mañana a por la tarde noche, sábados incluidos.

Si además tienen que competir contra los horarios de las franquicias, que muchas veces prolongan el horario de atención comercial y abren muchos festivos al año, ser comerciante no es ninguna panacea.

El comercio tradicional repele a los jóvenes

Y por si todo esto fuera poco, fuentes especializadas manifestaban a Castellón Información, que el comercio tradicional del centro repele a los jóvenes. “está demostrado que, aunque muchos comercios se instalan en el perímetro de las franquicias para aprovechar su punto de atracción, los intereses no son los mismos. Los jóvenes compran en las franquicias, pero no lo hacen en los otros comercios.

De esta manera, poco a poco se produce un cambio generacional y los ‘clientes de toda la vida’ menguan progresivamente.

El relevo generacional no suscitó ningún interés

En la misma línea, desde el Ayuntamiento de Castelló reconocen que se han intentado ofrecer subvenciones e incentivos para garantizar ‘el relevo generacional’.

Dicho de otra manera, comercios tradicionales que se mantienen desde hace muchos años hasta que el propietario se jubila. Los hijos, si han vivido la experiencia, huyen, optan por trabajar en otros sectores; y conseguir que otros comerciantes más jóvenes se hagan cargo del negocio, no ha funcionado.

Nuevas formas de comprar y de vender

Así las cosas, las nuevas líneas de venta, a través de Internet han modificado los consumos. Los clientes más jóvenes saben que pueden comprar por internet sin moverse de casa. Buscan lo que quieren o necesitan a través de la red y cuando compran ya van a ‘piñón fijo’.

El concejal de Comercio señalaba a este periódico, que iniciativas como ‘la venta por internet’ a través de la plataforma ‘Cistella’ constituyó un gran éxito, pero no es suficiente. Los comercios deberán adaptarse a los nuevos tiempos y eso conlleva también una formación más compleja y el dominio de las nuevas herramientas informáticas. Por mucho que se diga, la brecha digital ha hecho mucho daño también al comercio tradicional.

Desde el Ayuntamiento de Castelló se ha intentado hacer frente a estos problemas mediante campañas organizadas con las asociaciones de comerciantes: ofertas de cursos de formación, compra centralizada de tickets para los aparcamientos del centro, o los bonos comerciales que se pusieron en funcionamiento el pasado mes de noviembre.

¿Es suficiente? Algunos comerciantes opinan que no, pero es un paso. Sin embargo, y aunque nadie lo reconozca con la boca grande, la última campaña de los bonos comerciales generó muchas horas de trabajo extra a quienes lo organizaron. No todos los comercios conocían las condiciones, estaban preparados  ni sabían como trabajar con las nuevas herramientas de internet. Y por parte de muchos usuarios mayores, pasó otro tanto.

Trasladar los negocios a otras zonas

Los tiempos no pintan bien para el comercio tradicional del centro. De hecho, hay comerciantes que han optado por trasladarse a otras zonas de Castelló fuera del casco antiguo, y en algunas ocasiones más ligados al comercio de barrio, que todavía mantiene su atractivo.

Por otra parte, desde la oposición municipal se critica que, el control de cámaras en el centro, el cierre de accesos para los vehículos particulares, son, en parte los grandes culpables de que muchos compradores, fundamentalmente de los que proceden de la periferia o del resto de la provincia no realicen sus compras ya en el corazón de la ciudad.

Lo cierto es que, para muchos clientes, fundamentalmente gente joven y procedentes de otros puntos de la comarca lo tienen mucho más fácil en las grandes áreas comerciales de las afueras de la ciudad. Pueden llegar y aparcar sin problemas…

Pero cabría recordar también, que las grandes superficies inviernen anualmente ‘una cantidad gansa’ de dinero para plantear estrategias que permitan potenciar sus ventas. ¿Qué capacidad tienen los comercios del centro para luchar con las mismas herramientas?.

El centro es el donuts de la capital de la Plana

Este no es un problema solo del comercio del centro de Castelló, sucede en otras ciudades españolas y europeas. es lo que (dicen las fuentes), el ‘efecto donuts’ y el centro de Castelló es ‘el donut de la capital de la Plana.

El otro peligro que se suscita, es que si el comercio del centro se muere, si los ciudadanos e trasladan a la periferia, ¿Qué quedará en el núcleo urbano de Castelló?. Posiblemente, solo el agujero del donuts, un sector vacío cuando se acaba el horario laboral.

Fuente: Castellón Información

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