El frenazo en los envíos de este Black Friday no impedirá que sea el día con más emisiones del año

El Black Friday, Cyber Monday y Navidad suponen las fechas de mayor impacto medioambiental del comercio electrónico

A golpe de clic o con cientos de personas haciendo cola a pie de calle y en los centros comerciales, el Black Friday ya está aquí. Su consumo inunda calles y casas, y al planeta le pasa factura. Incluso en un año en el que se espera que bajen las compras por la inflación, la temporada navideña, que desde hace unos años comienza con estas rebajas, tiene un enorme peso en las emisiones de CO2 anuales.
Cada año, el cuarto viernes del mes de noviembre queda marcado por ser el día en el que en Estados Unidos se inauguran las compras navideñas. Recientemente, la celebración no oficial -que se sitúa siempre el día después de un festivo que sí tiene tradición histórica, Acción de gracias- ha cruzado el Atlántico y en España, durante mínimo una semana al que se le suma el CyberMonday, los descuentos se asientan por doquier.
Sin embargo, el evento ya no queda reducido a un solo día, sino que las promociones se prolongan durante semanas. El año pasado, el portal de comparación Finder estimó que 14,4 millones de españoles comprarían durante esa semana y sólo la empresa de logística DHL Express realizó 52.100 envíos en toda España en un día, según datos confirmados a EL MUNDO. Para este año, el servicio de paquetería planea un incremento en torno al 7% y 10% entre Black Friday y Navidad. ¿Pero qué efecto puede tener el consumo a gran escala en el planeta?
«Serían necesarios 1,8 planetas como la Tierra para satisfacer nuestro actual ritmo de consumo», asegura Celia Ojeda, responsable de Consumo en Greenpeace. «Las empresas nos hacen comprar más, lo que supone más producción», afirma Ojeda.
Es esta producción la que incluye el aumento de recursos de materias primas y generación de más gases de efecto invernadero porque se necesita energía de combustibles fósiles para producirlas, extraerlas y para el transporte. «Se compra el doble que hace 15 años y las prendas se usan la mitad. Mucha gente compra, se lo pone una vez y no lo vuelve a usar», afirma la portavoz sobre la industria de la moda. «Para producir un vaquero se necesitan 7.500 litros de agua, que es lo que una persona bebe durante siete años. No sólo se genera CO2, sino que se utiliza mal esa cantidad de agua», añade.

A este gasto hay que añadirle las devoluciones de los productos. May López, directora de Desarrollo de Empresas por la Movilidad Sostenible asegura que los pedidos en el Black Friday se realizan con una mentalidad de «gratuidad», hecho que convierte a España en el cuarto país europeo con más devoluciones, según el informe La sostenibilidad en el e-commerce actual. El impacto de nuestra decisión de compra. «Como la devolución es gratis, uno compra más tallas, más colores, sabiendo que lo va a devolver», puntualiza, haciendo referencia a prendas de ropa. De hecho, López asegura que si en tiendas físicas se devuelve un 7% de los productos comprados y en online, un 30%, en el Black Friday se llega a devolver hasta la mitad de lo comprado.
Pese a que desde la organización ecologista no pueden dar cifras concretas de cuánto se consume en esta fecha, aseguran que sólo la jornada del Black Friday en 2019 en Madrid supuso el 1,7% de emisiones de CO2 de España ese año. En cualquier caso, incluso con la caída de envíos de este año, sigue siendo uno de los días de mayor actividad en el comercio electrónico.
Para Enrique Figueroa Luque, experto en huella de carbono, este número es «muy alto», teniendo en cuenta que es lo producido en un único día. De esta cifra, el 81,11% está dedicado a la producción del producto y su comercialización, y un 15,45%, en el transporte y la entrega. El uso de embalaje apenas supuso el 0,44%. «Los plásticos y los embalajes generan más residuos que emisiones, pero producen una cantidad de desechos difícil de gestionar», explica.
En el mismo año 2019, un estudio elaborado por el comparador de precios Money.co.uk estimó que las ventas del Black Friday liberaron más de 429.000 toneladas métricas de gases de efecto invernadero en Reino Unido. Esto supuso alrededor del 0,12% del total de sus emisiones anuales.
Sin embargo, los expertos avisan: los hábitos de consumo han cambiado. «Por la pandemia el e-commerce se ha puesto a unos niveles muy altos que nadie esperaba», puntualizan desde Greenpeace. Entre el tercer y cuarto trimestre de 2018, el comercio electrónico aumentó sus ingresos un 20,8%. En total, se facturaron más de 205 millones de euros frente a los 170,3 millones del cuatrimestre anterior. Sólo entre enero y abril de este 2022 se alcanzaron los 312,8 millones de euros.
Aún así, los expertos en economía sostenible arguyen que el hiperconsumismo debe desaparecer y que ni siquiera comprar en tiendas de barrio sería la solución para reducir las emisiones de este tipo de jornadas. «No tendríamos que comprar lo que no necesitamos», comentan desde Greenpeace. Pese a esto, la Confederación Española del Comercio asegura que el comercio local es una opción «más sostenible» y aunque las tiendas disponen de opción online se concentran a pie de calle, por lo que apenas llega el impacto.
Alejandro Corroto, fundador de la plataforma de mensajería sostenible MENSOS, también aboga por eliminar el Black Friday. «Provoca menos beneficio empresarial y tensión en la cadena de suministro», explica. «Se opera con un 30% más de paquetes y a nivel global en el mes de noviembre no aumenta el consumo», añade. De hecho gran parte de la huella de carbono del comercio electrónico proviene de la llamada «última milla», distancia entre el centro logístico y el domicilio particular. Según Raúl Rico, director de zona en Madrid de NACEX, realizar una entrega en un punto logístico común, como un estanco o papelería que recoge varios paquetes, es 15% más eficiente que a un particular en una casa.
Como alternativa al comercio electrónico, el experto en huella de carbono, Enrique Figueroa propone «fomentar la economía circular». «Todo lo que se pueda comprar en el barrio no lo compres fuera», añade., y para ello pide que «los servicios públicos deberían estar a máximo 15 minutos andando».

Redacción: Elena L. Villalvilla y Alberto Hernández.
Infografía: Alberto Hernández.
Dirección de arte: María González Manteca.
Fuentes de las infografías:
Datos acerca de las búsquedas en Google:Google Trends.
¿Qué hace que compremos por impulso?:Grupo Santander y CNBC.
¿Cada cuántos años habría que cambiar cada aparato…?:EEB (2019) Coolproducts don’t cost the earth – full report.
Los residuos tecnológicos que se recuperan en Europa: C.P. Baldé, M. Wagner, G. Iattoni, R. Kuehr, In-depth Review of the WEEE Collection Rates and Targets in the EU-28, Norway, Switzerland, and Iceland, 2020, United Nations University (UNU) / United Nations Institute for Training and Research (UNITAR) – co-hosting the SCYCLE Programme, Bonn, Germany.
El recorte en el consumo, en máximos desde 2021:Perspectivas del Consumidor – Septiembre 2022 (Kantar)

Fuente: El Mundo

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