El comercio debe adaptarse a las expectativas de los compradores.
A la incertidumbre derivada de la pandemia, se añade la derivada del contexto económico, marcado por la inflación, la subida de los tipos de interés y los conflictos políticos cuyas consecuencias económicas ya se han hecho notar.
En este sentido, destacan algunas características del consumidor que tendrán implicaciones para el comercio:
- Más racional y consciente. Implica, entre otras acciones, guerra de precios y promociones agresivas, expansión de formatos basados en low cost, segunda mano, alquiler/uso de bienes, servicios de pago aplazado, etc.
- Más tecnológico y digitalizado. Implica incremento de fórmulas sin intermediarios (Direct To Consumer), digitalización del servicio, redefinición de la experiencia de compra, incremento de plataformas digitales, reinvención del punto de venta, etc.
- Defensor del consumo local y de proximidad. Implica oportunidades para el pequeño comercio de barrio y mercados tradicionales si incorporan servicios personalizados, oportunidad para los locales de artesanía, acortamiento de la cadena de valor, oportunidad de productos km0, etc.
- Más preocupado por la salud y el cuidado personal. Implica oportunidad para artículos dedicados a la higiene, protección personal, práctica deportiva, vida saludable, funcionales, ecológicos, etc.
- Más comprometido con las causas sociales y el medioambiente. Implica oportunidad para negocios basados en la segunda mano, reciclaje, producción bajo demanda, negocios orientados a las mascotas, líneas de productos veganos, modelos flexibles (alquiler o pago por uso, etc), entre otros.
El contexto del consumo en el año 2021
Fuente: Consumer Trends 2022. Tendencias de mercado y consumo para la recuperación y el reinicio estratégico. Zorraquino, 2022.
Más información:
Capítulo IX - IADC2022
2.12 MB