Las pequeñas tiendas aprovechan las redes sociales para promocionar sus productos con el empujón de la digitalización que llegó con la pandemia.
El pequeño comercio de la ciudad empieza a asumir su siguiente reto en la digitalización. «El propietario de ese negocio ejerce de influencer«, destaca Vicente Armengol, presidente del colectivo de comerciantes por Alicante. La llegada de la última de las tiendas en redes sociales, la de TikTok, pone a prueba el mercado. «No se puede obviar un futuro que ya está aquí», subraya.
Si esta es la más reciente novedad, aún hay quien está entrando en este mercado. «La realidad», como reconoce, «es que, hablamos del comercio en general, estamos notando que una herramienta como está siendo el kit digital está aprovechando ese medio para ponerse al día. Y podemos ver con agrado que se van sumando. No es que sea una ola muy grande».
El pequeño gran salto de las pymes viene empujado por la pandemia y las restricciones de movilidad que impusieron, según ve Armengol. En el centro tradicional y casco antiguo «mucha gente que no tenía página web ha aprovechado fondos europeos, o no, a nivel privado» para crearse ese acceso digital.
La apertura de estos servicios llega impulsada porque «estamos viendo cómo están cambiando la manera de vender, implementando a lo que es la tienda física también la herramienta de la tienda online porque no se puede obviar un presente. O sea, un futuro que ya está aquí porque el futuro es presente».
Empezar por buscadores
Quienes se anticiparon a ella en los coletazos finales de la crisis inmobiliaria, hacia 2013, han aprovechado para aprender que igual que tiene la importancia del rincón físico la tiene el situarse en los canales de internet. Con estos tres últimos años asumen «que o te subes ya al carro, o esto ha dado la vuelta de 180 grados«. Eso se traducía en cuidar un básico como actualizar sus datos en el mayor buscador. «No hace tanto, había comercios que ni siquiera tenían al día la ficha de Google», asegura, «y eso es súper importante porque las Páginas Amarillas ya no están».
Con la facilidad de acceso a las redes sociales ha cambiado la percepción de hasta dónde llegar. «Es que tienes un potencial enorme», afirma en contraposición a «que antes la gente pensaba que esto solo estaba dedicado a las grandes empresas«. «El atractivo que tiene el comercio local es que hoy en día es que el propietario de ese negocio es el propio influencer, ejerce de influencer. Todo el mundo también está usando las redes sociales para hacer imagen de marca».
Eso les lleva a tener en cuenta rutinas de los creadores de contenidos en redes. Es decir, a lanzarse de manera autodidacta a esa comunicación, como hace el propio Armengol con su tienda Filant Ceremonia y Moda Hombre. «Todo esto comienza normalmente de manera autodidactica, pero llega un momento que si quieres crecer y crear una línea de negocio importante, necesitas formación».
Entre los casos de éxito, Armengol no duda en citar a uno de las tiendas premiadas en la gala del comercio, Kurogami. «Si ves los niveles de audiencia que tiene es alucinante», valora, «cómo se trabajan en Instagram cada día». Y como este local con más de 38 000 seguidores en esta última plataforma, «hay gente que realmente tiene unos niveles de seguidores dentro de lo que es nuestro ámbito, pues oye, que está muy decentes y que son atractivos y que generan movimiento».
Fuente: El Español
