Consumimos menos que antes de la pandemia, pero gastamos mucho más por la subida de precios
La subida de los precios presiona el bolsillo de las familias que, aunque consumen a día de hoy un 3,2% menos que antes de la pandemia porque se han apretado el cinturón, gastan un 4,4%más porque lo que compran es más caro. El problema está en que no todo son caprichos, sino que los gastos fijos ineludibles también se han encarecido.
Según la Encuesta de Presupuestos Familiares publicada este miércoles por el INE, las facturas del hogar (agua, luz, gas, etc.) es en lo que más gastamos: 10.243 euros al año de media por familia. De hecho, en el último año, el desembolso en esos suministros ha aumentado en 350 euros. Le sigue la cesta de la compra, a la que destinamos 5.050 euros al año de media, 244 euros más que en 2021 por la subida de precios de los alimentos que se ha producido tras la guerra en Ucrania; y, después, el transporte, que se lleva 3.794 euros al año del presupuesto familiar, 564 euros más que en 2021, por la subida de los carburantes y a pesar de los descuentos del transporte público.
Una vez cubiertos los costes fijos (vivienda, alimentación y desplazamiento), las familias gastan en ocio: destinan la siguiente partida de gasto más grande a salir a comer o cenar en restaurante y a viajar (pago de hoteles), a lo que dedicaron en 2022 un total de 2.953 euros de media por familia. Se trata de la partida que más ha subido respecto a 2021, en 665 euros, por el aumento del turismo y la subida de los precios.
El aumento del gasto en algunos bienes y servicios se produce a pesar de que las familias han consumido menos, solamente por el efecto de la inflación. Es el caso de la electricidad, ya que si los precios siguieran en el mismo nivel que en 2021 habríamos pagado 47 euros menos por familia, pero el gasto ha sido de 158 euros más.
Ocurre lo mismo con algunos alimentos como el pan, en el que habríamos gastado 16,5 euros menos el año pasado si se hubieran mantenido los precios (porque hemos comprado menos) y, sin embargo, hemos pagado 16,5 euros más por hogar; el queso, en el que habríamos ahorrado 15,4 euros y en el que hemos gastado al final 10 euros más al año, o el pescado, al que habríamos destinado 5,9 euros menos y que nos ha costado 7,2 euros más.
CAMBIOS RESPECTO A LA PANDEMIA
La subida generalizada de los precios que se ha producido en España en los últimos años, así como los cambios de hábitos derivados de la pandemia, han provocado un cambio en la estructura de gasto de las familias.
Si comparamos el dinero que gasta una familia tipo en 2022 con su presupuesto de 2019, observamos que ha aumentado la proporción de presupuesto destinada a alimentación, facturas del hogar y sanidad, mientras que consumimos menos ropa y calzado, menos transporte y menos restaurantes y hoteles.
Estos cambios en el nivel de consumo quedan desvirtuados por la inflación. Por ejemplo, si en el país siguiéramos teniendo los mismos precios que en 2019, en el año 2022 habríamos gastado sólo 47 euros más por hogar en el supermercado y, sin embargo, hemos gastado 764 euros más; habríamos ahorrado 88 euros en las facturas de casa, mientras que hemos pagado 801 euros más, o habríamos gastado 185 euros menos en restaurantes porque hemos ido menos y no 9 euros más que en 2019 como hemos pagado.
La Encuesta del INE muestra también importantes diferencias en el consumo de las familias en función de la edad de su sustentador principal o su nacionalidad, entre otros.
En términos generales, los nativos gastan mucho más que los extranjeros y esa brecha se observa en todos los grupos de consumo: por ejemplo, los inmigrantes gastan de media 851 euros menos por hogar en alimentación, 1.950 euros menos en facturas y 600 euros menos en restaurantes.
En cuanto a la edad, los hogares constituidos por personas de más de 45 años son los que más gastan, mientras que las casas de los más jóvenes (de menos de 30 años) son las que menos, principalmente por la precariedad del empleo y los ingresos en este segmento de la población. Aún así, existen importantes diferencias en función del tipo de gasto.
Mientras que los pensionistas (hogares sustentados por personas de más de 65 años) en lo que más gastan es en alimentación y facturas del hogar, y en lo que menos, en transporte; los jóvenes destinan la parte más grande de su presupuesto a suministros, transporte y restaurantes y hoteles, ya que gastan más en comer fuera que en hacer la compra.
Fuetne: El Mundo
