La alcaldesa de Castellón, Begoña Carrasco, dio a conocer el pasado verano a los comerciantes del centro de la ciudad y a los vendedores del Mercat Central y del Mercat de Sant Antoni el proyecto de ‘Digitalización de Mercados’, que abarca también al comercio de proximidad.
Se tratará de instalar en los tradicionales recintos « taquillas refrigeradas en los dos mercados municipales, parkings y en diferentes zonas del casco urbano para que puedan competir de tú a tú con las grandes superficies y las plataformas».
Esta iniciativa, ahora impulsada por el Gobierno bipartito de PP y Vox en la capital es un nuevo intento de impulsar las ventas en las tiendas y mercados tradicionales de un centro histórico que agoniza desde hace mucho.
Tan dura es la situación en el casco urbano de la capital de La Plana que en febrero de 2019, la Covid, la predecesora de Carrasco en la Alcaldía, la socialista Amparo Marco, anunció su apuesta por el comercio tradicional con la presentación de una aplicación móvil llamada ‘Castelló, compra y +’.
Ahora, cuatro años y medio después de la pretensión del Pacte del Grau progresista firmado por PSPV, Compromís y Castellón en Moviment, de geolocalizar los puntos de venta, comprar productos y acceder a ofertas, entre otras opciones que favorecieran la ventas, el cierre del gigante Zara instalado en la plaza Santa Clara ha precipitado nuevas actuaciones municipales.Así será como se va a «redactar un censo de comercios, que no se ha actualizado desde 2014», según el concejal del área, Alberto Vidal (Vox) para tener una radiografía clara de la situación del sector en la capital.
Máxime para «conocer cuantos establecimientos han cerrado en los últimos años».En este caso, cuando se detecte un local cerrado y abandonado a la degradación, desde el Ayuntamiento «gestionaremos» la limpieza de su fachada y de su interior para frenar la realidad actual de antiguas tiendas que, tras bajar la persianas, han dado paso a locales deteriorados de los que no se hace cargo su propietario a la espera de otro inquilino que arrende su propiedad y, entonces, asuma la puesta a punto.
Un plan de embellecimiento del centro con más limpieza, iluminación y rehabilitación de fachadas son tres de las acciones anunciadas por la primera autoridad municipal de Castellón para reflotar el casco histórico y la apertura de nuevos establecimientos.
La limpieza de fachadas impregnadas de grafitis ya ha comenzado. Ahora habrá que intensificar la actuación en los locales privados más que cerrados, abandonados para mejorar la imagen y, por tanto, incentivar la llegada de marcas, franquicias e inversores. Carrasco ya cifró en el mes de mayo pasado, durante su campaña electoral como candidata a la Alcaldía, en un total de 67 las tiendas cerradas solo en tres de las calles que conforman la ‘milla de oro comercial’ de la capital de La Plana.
«Son demasiadas persianas bajadas, 29 en la calle Alloza, 27 en la calle Enmedio y 11 en la calle Mayor», según Carrasco, quien se comprometió a «acabar con la asfixia comercial» que vienen soportando, especialmente, las pequeñas y medianas empresas del ramo.
