Lo que los rótulos comerciales dicen de la València del siglo XX

El mapa de una ciudad lo hace su arquitectura, sus imponentes edificios y plazas. También los más humildes, cómo no. Su trama urbana va mutando poco a poco de la mano de una sociedad siempre cambiante. Del coche a la bici y de la bici al patinete. Las ciudades, siempre vivas. Mirando a esa ciudad, unos ojos curiosos, los ventanales de aquellos comercios que son al mismo tiempo espectadores y actores de ese paisaje urbano, espacios que hablan de los hábitos de cada generación y, a través de su imagen, de la estética de cada época. Sí, los letreros comerciales también son patrimonio, aunque no siempre se hayan mirado con mimo.

Con el objetivo de poner en valor los letreros y la tipografía urbana como ejercicio de memoria colectiva, el Colegio Mayor Rector Peset de la Universitat de València abre las puertas este jueves a la exposición La sombra de las letras. El proyecto pone el foco en los letreros comerciales desaparecidos en València entre 1880 y 2000, “vestigios visuales que narran historias de antiguos comercios, tradiciones y modas que han modelado el carácter de València”. Es el diseñador editorial Tomás Gorria el responsable del comisariado y del diseño expositivo de una muestra que propone un viaje visual a través de la historia reciente de València, un recorrido que refleja el cambio estilístico y funcional de los elementos visuales en el entorno urbano pasando por las “elegantes y sofisticadas” letras del siglo XIX o las “atrevidas” fuentes art déco de los años treinta.

Son estos rótulos desaparecidos el eje central de la muestra, un proyecto que pone su punto y final en un cambio de siglo desde el que se construye la ciudad que hoy habitamos, una ciudad más global y menos “diversa visualmente”, explica Gorria en conversación con Culturplaza. Pero el presente de los rótulos comerciales es otro cantar, ahora toca viajar a un pasado que habla de una València cuyas letras han ido mutando con su historia. De la “vitalista y dinámica” ciudad de principios de siglo XX a la dura posguerra hasta llegar a la modernidad y a unas décadas de los 80 y 90 en las que, con las no tan nuevas tecnologías, todo cambió. “En la exposición se puede ver la relación de los rótulos de la época con el contexto artístico del momento. A partir de los 80 y los 90, con el uso del ordenador y el vinilo, desaparece ese oficio del rotulista y se estandariza el diseño”.

En este camino es clave la fotografía, que da cuenta de aquellos proyectos ya desaparecidos y que, en un momento, hicieron ciudad. El viaje comienza con firmas como las de J. Laurent, Enrique Desfilis, Vicente Barberá Masip o Francisco Roglá, que reflejaron la vida comercial de la València de principios del siglo XX, que también ha sido documentada a través de distintas postales o fotografías anónimas recuperadas de los archivos de la Biblioteca Valenciana o gracias a la labor de distintos investigadores.

A estas firmas se suman otros nombres como el de Joaquín Sanchis Serrano ‘Finezas’, que capturó la intensa vida política y social de los años treinta y la València de la posguerra. Estas imágenes, no realizadas específicamente a los rótulos sino en las que aparecen de manera más o menos casual, han sido clave para componer el relato de unas letras que entonces no eran entendidas como patrimonio, una cuestión que ha dificultado la tarea de catalogación y búsqueda de archivos.

A través de estos primeros documentos se comienza a componer el puzzle de una València para la que, en un primer momento, los letreros no eran algo sobre lo que detener la mirada más allá de su función obvia. Un recorrido expositivo, por cierto, en el que las fotografías están acompañadas por las ‘sombras’ de algunos de los rótulos más icónicos de la ciudad, como el del Metropol o el del Cine Capitol, una revisión a cargo del rotulista Nico Barrios.

Sería ya entre las décadas de los sesenta y los ochenta cuando algunos fotógrafos o diseñadores valencianos comenzaron a darse cuenta de la importancia de los letreros como patrimonio gráfico, convirtiéndolos en el objetivo específico de sus fotografías, una labor liderada por fotógrafos como Francesc Jarque y Rafael de Luis o el ilustrador Miguel Calatayud, quien en 1975 diseñó una portada en Cartelera Turia que reflejaba su tarea de documentación. «Es en esos años 70, con Jarque o Calatayud, que comienza a ponerse en valor, aunque no administrativamente», subraya el comsiario.

El propio Gorria o el fotógrafo Tono Giménez y Juan Nava también han capturado, ya con cámaras digitales, distintos letreros desaparecidos que vuelven a encontrar un hueco en la ciudad a través de esta muestra. En este trabajo de recuperación patrimonial, además, también hay una especial atención a aquellos proyectos que, recientemente, se han enfocado en poner en valor estos letreros comerciales y que, en cierta medida, abren una ventana al futuro. Proyectos como la iniciativa de Miguel Maestro, ‘Tipos que importan’, a través del que ha desarrollado un corto documental estrenado en en el festival Cinema Jove o una exposición en la galería de arte contemporáneo La Mercería, entre otras acciones. También se suma Juan Nava, responsable de la iniciativa Letras Recuperadas y de un reciente informa para el Ayuntamiento de València en el que se recogen los letreros que actualmente están en peligro de desaparición. Entre unos y otros dan forma a este singular paseo por la València que fue gracias a sus rótulos, letras que desde este jueves dejan de estar en la sombra.

Fuente: Valencia Plaza

 

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Fecha: 19/09/2024

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